El mes de Mabon era conocido en la antigua cultura celta, literalmente, como el “mes sagrado” y su nombre deriva de un Dios consorte de origen galés.
Es una de las ocho festividades de la rueda del año, el sabbat que coincide con el equinocio de otoño y que astrológicamente da la bienvenida al signo de Libra y a la estación en la que la luz y la oscuridad se equilibran, un equilibrio que caerá finalmente del lado de la noche, que superará en duración al día hasta la festividad de Yule.
Es, por tanto, un momento que invita a ir hacia adentro, a resguardarse del creciente frío en el calor del hogar, a “crear hogar”, también dentro de ti, construyendo en tu interior un refugio seguro del mundo, un lugar de conexión, de descanso, desde el que explorar los senderos del auto-conocimiento y la calma interior.
Es también el momento de agradecer la cosecha recibida, de honrar la abundancia que llega a nuestras vidas a través de la generosidad de la Tierra, que contiene la semilla energética de la Madre Divina, y los rayos del Sol, que simbolizan el principio masculino. Honremos pues este equilibrio cósmico cultivándolo dentro de nosotras/os y convirtiendo nuestra vida en una nutricia y abundante cosecha que nos permita disfrutar de todos los placeres, terrenales y espirituales. Que así sea para todas/os nosotras/os!! Feliz y bendecido Mabon!!
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🍁Ana Belén Aradia 🍁