¿Te has dado cuenta de qué forma cada pareja que has tenido a lo largo de tu vida ha transformado tu energía?
Cada una de las personas importantes con las que compartimos la vida, padres/madres, amigos/as, hermanas/os… ejerce una influencia en nuestra energía. Por resonancia, nuestras energías tienden a armonizarse. Por eso, si convivimos con personas que se encuentran deprimidas, algo de esa tristeza se nos incrusta en el Alma y comenzamos a atraer pensamientos negativos que acrecientan nuestro desánimo. Lo mismo ocurre si pasamos mucho tiempo con alguien que vive sumergido en el miedo, la ira, la crítica… todo eso, que NO ES NUESTRO, es absorbido por el campo energético que compartimos. Y nos condiciona la vida. Esa vida que creamos a cada instante desde la energía que sostenemos en el momento presente. Condiciona nuestras circunstancias diarias, nuestra salud, incluso nuestro aspecto… ya que terminamos pareciéndonos físicamente a las personas con las que convivimos.
Convivir con alguien que genera mucho Karma, es obligarnos a acompañarle a pagarlo. Convivir con alguien que actúa desde el Dharma, la acción correcta, nos eleva y nos impulsa en nuestro proceso de crecimiento. Nos regala una existencia más tranquila, más feliz.
Es por esto que nos volvemos cada vez más selectivos/as, más conscientes de a quién y a qué regalamos nuestro tiempo y nuestra energía. Porque ese “quien” va a condicionar nuestra vida. Y si hay una persona que condiciona nuestra vida de forma determinante esa es nuestra pareja. Nuestro espejo. Cada vez que mantenemos una relación sexual con una persona cuya vibración existencial es muy distinta a la nuestra, nos afecta existencialmente.
Sólo tú sabes si tu pareja te da paz o te la quita. Pero esta conexión abarca mucho más allá del tiempo que pasáis juntos, afecta a todas las esferas de tu vida. Así que pregúntate si estás verdaderamente con quien deseas estar o si, por el contrario, estás viviendo una vida que no te corresponde. Vuélvete selectiva, selectivo, utilizando el mejor hechizo de protección que existe: elegir lo que te da paz y alejar de ti a quien que te la quita.
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