Si te sientes cansada es porque estás dando más de lo que recibes a cambio. Muchas veces nos mostramos dispuestas a regalar a otros/as nuestro tiempo, nuestros cuidados o nuestros conocimientos y luego nos sentimos frustrados/as porque sentimos que no recibimos en la misma medida que damos. Cada vez que das algo de ti, ya sea tiempo, atención o cualquier otra cosa, estás abriendo un flujo energético con la otra persona. El intercambio tiene que resultar equilibrado y gratificante para ambas partes. Si sientes que la otra persona no valora lo que está recibiendo de ti evalúa la situación, y resitúate en el centro de tus prioridades para evitar desgastarte. Dar sin esperar nada a cambio puede parecer generoso, pero no siempre resulta lo más adecuado, ya que puedes estar evitando que la persona que tienes enfrente aprenda una valiosa lección de vida: para recibir también hay que estar dispuesta/o a dar.
¿Y tú, como das, desde la abundancia o desde la carencia? ¡Piénsalo!
Con Amor y Gratitud,
Ana Belén (Kirtan Nishan Kaur)
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