La primavera ha llegado y con ella llega una nueva oportunidad de poner orden en nuestra casa. Confieso que antes solía pensar que la necesidad de limpiar y ordenar la casa respondía a un adoctrinamiento ideológico -uno más- al que el patriarcado sometía a las mujeres. Y como mujer insumisa que siempre he sido, me rebelaba contra él cultivando el desorden, aunque nunca logré librarme del todo de cierto sentimiento de culpa cuando el caos reinaba a mí alrededor.

En este aspecto, como en muchos otros, he ido evolucionando y ahora soy más consciente de que la casa, nuestra casa, es una proyección de lo que somos. Y también una foto fija del momento vital que estamos atravesando. Si miramos alrededor y no nos gusta lo que vemos, nos toca comenzar a recolocar las cosas, como es dentro es fuera. Y, a veces, para recolocar lo de dentro tenemos que empezar por lo que está fuera.

Divide tu casa en zonas, decide por cuál empezar y comienza sistemáticamente dedicando un tiempo cada día (no más de 20 minutos) a ordenar y limpiar. Para dejar sitio a lo nuevo, deshazte de todo lo que no te guste, no te haga feliz o no necesites ya. Si asumes esta tarea como si de una cuarentena de kundalini Yoga se tratara, antes de que terminen los 40 días tu casa será un lugar más acogedor, despejado y confortable. Y tú viajarás por la vida más ligera/o de equipaje, con mayor claridad y perspectiva ¿quieres comprobarlo? Yo comienzo hoy mi nueva cuarentena ¿me acompañas?
Kirtan